Con lluvia o con sol, así es como nos las gastamos:
Tejemos en la playa. Tejemos en el pueblo.
Rodeadas de dunas playeras o de pinos piñoneros.
Hemos pasado el verano buceando entre lanas de colores y texturas diferentes, mientras vosotros buceabais entre peces y corales.
Jejeje, yo aprendí a tejer con 15 años, en primavera y ese verano fui de vacaciones a Benidorm... era genial ver a la gente mirándome con ojos bizcos mientras tejía una largíiiiisima bufanda de punto bobo en la playa. Creo que muchos pensaron que tenía algún tipo de tara mental pero puedo prometer y prometo que me encanta tejer en la playa, oyendo el mar y sabiendo que la arena, aunque molesta, no mancha la labor!
ResponderEliminarUn saludo!